La ciudad del futuro será más sostenible, con menor huella de carbono. Utilizará energías renovables, menos combustibles fósiles y otras fuentes que no sean dañinas para el medio ambiente.
Si observamos cómo están diseñados nuestros centros urbanos hoy en día, es fácil ver que son insostenibles e improductivos. El diseño tradicional de una ciudad se basa en un patrón radial, que no funciona bien para el transporte y deja muchas áreas aisladas del resto de la ciudad.
Necesitamos repensar cómo diseñamos nuestras ciudades para ser más sostenibles y eficientes.